miércoles, 22 de febrero de 2017

Microcrónica de la 2ª noche de Semifinales del #COMBA2017

¡Buenos días! Esto ya va cuesta abajo con destino los Carnavales. Anoche fue la segunda jornada de Semifinales del COMBA2017 y tuvimos de todo, desde risas hasta emoción, desde magníficas voces hasta el humor más rebuscado. Y por supuesto, también tenemos la crónica peculiar para resumir las actuaciones:


El autónomo entrevistador miraba alternativamente el reloj y la ventana de su despacho. Era casi la hora de empezar las entrevistas una jornada más (siempre se preguntaba por qué no lo contrataban a él para hacer directamente los trabajos...) y veía que ya habían llegado cuatro aspirantes, cada uno aplicando a un puesto diferente, alguno incluso parecía más preparado que él mismo.

- ¡Buenos días! Bienvenidos todos, las entrevistas serán rápidas, les iré llamando uno a uno. Por favor, que pase la tía de la vara.
Ya dentro del despacho, le pidió que le contara algo sobre ella:
- Pues verá, yo busco la justicia en el mundo, que lo poderosos no se aprovechen de la gente. Y básicamente la forma de hacer eso es ir donde se esté produciendo esa desigualdad y escamochar con la vara a quien haga falta. ¿Tengo el trabajo?
Al entrevistador le costó un rato reaccionar:
- ¿Usted sabe que venía a por un puesto de azafata de eventos? Creo que no se ajusta al perfil por algunos detallitos...
- No le digo que no, a mí me llamaron diciendo que había pasado la primera fase, y tan contenta... Lo entiendo, no le voy a arrear, no se preocupe. Ya volveré el año que viene.
- Gracias por comprenderlo. Por favor, diga que entre el señor del sombrero, el de los colorines.

- Mucho gusto, señor. He oído hablar muy bien de su empresa, y a la vista está que no se equivocaban. Aseguro que llevaré el trabajo con mucho tacto y mi olfato y mi sexto sentido me dicen que estaré mucho tiempo aquí... oiga, ¿se encuentra bien?
- Disculpe, me había quedado embelesado escuchándole. Creo que no hay más que hablar, por mi parte es usted perfectamente apto para la entrevista final. No sé si se la haré yo u otro, pero usted venga que se merece estar. Por cierto, al salir diga que entre el señor que se parece a Camarón.

- Buenos días, pisha. A ver si consigo el trabajo, cohone, que luego me dicen que soy un vago que no hago nada y me ofendo, aunque sea de broma. Vengo de lejos para participar en este proceso y, aunque sea gaditano chirigotero y me guste más un cachondeo que a un tonto un lápiz, yo lo hago todo de corazón y con la mejor de las intenciones. Siempre habrá alguien a quien no le guste mi trabajo, pero yo lo hago siempre con buena intención. Si no me cogen, que sea porque hay otros mejores, no por las críticas de terceros, carajo.
- No sé qué decirle, a mí me gusta usted, pero tengo que terminar de entrevistar a todos los candidatos. No lo voy a descartar aún, pero tiene que saber que hay mucho nivel optando a su puesto.
- Gracias, esto es lo que hay. ¿Llamo a la última chica?

Y entró una chica despampanante, morena y con minifalda. Eso sí, la voz no era tan dulce como se podía esperar. Apenas pudo decir unas palabras, el entrevistador la interrumpió:
- No tiene que decir nada más, sé quién es usted. Se llama Beyoncé, he seguido su trayectoria en años anteriores y sé que merece el puesto. Quizás este no sea su mejor gira, pero confío en que lo dé todo allí. No nos defraude, por favor. Quedamos en la última fase del proceso.

Una vez vaciada la sala de espera de candidatos, al autónomo no quedaba más que echar el cierre a la oficina. Sin saber si su inestable situación laboral le permitiría volver al día siguiente o si tendría que iniciar él mismo otro proceso de selección.

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