miércoles, 19 de febrero de 2020

Crónica literaria de la 1ª noche de Semifinales del #COMBA2020

Saludos, hoy es de esas noches que hacen afición al Concurso de Murgas, con varias murgas con aroma a finalistas y otras que se podrían quedar muy cerca. Vamos con nuestra particular crónica de la primera noche de Semifinales del COMBA 2020.


- Cristo, ¿cómo has llegado tan pronto? Ah, ya sé, has venido volando.
- Que no, Piti, primo, que eres tú el que llegas tarde, mira, más de veinte minutos.
- Perdona socio, me tendré que robar un reloj por ahí, que se ve que ya no fabrican recambios para el Flick Flack que guardaba en mi casa. ¿Dónde vamos hoy?
- ¿Cómo que dónde vamos? A rezarle a la virgencita para que me dé poderes de una vez.
- Qué me dices... si yo en la cárcel iba todos los días para pedirle que me soltaran. Y no me escuchó hasta el último día, ya es casualidad. ¿Te he llegado a contar cómo eran los policías de la cárcel?
- Cuenta, pero rápido.
- Es muy largo, parecían los Village People, un día vestían de indios, otro de vaqueros, no recuerdo si algún día incluso de albañiles... Eso sí, de la mejor calidad humana y lo hacían siempre muy bien, les deseo que aguanten mucho en sus puestos.
- Pues sí, primo, sí, qué cosas. Queda un rato para que empiece, ¿vamos a la sala de al lado? Han puesto unos cuadros tope raros que parece que el tío se flipó mazo al pintarlos, creo que están a punto de quitarlos, pero aún podemos verlos.

- Pero si está petado de gente- dijo Cristo al ver un guía enseñando la muestra de cuadros a más treinta turistas- oye, compadre, ¿os queda para mucho?
- No, unas pinceladas más sobre este artista surrealista y ya se marcha este guía. Cada año lo hago mejor, pero no consigo que me renueven y...
- Que vale, que pin, que pam, suerte el año que viene. ¡Piti!, ¿nos vamos a misa? Hoy hablan de Moisés, o de Noé, o de Ava y Edán.
- ¿Otra vez? La semana pasada también salieron esos y seguro que toda esta semana hasta el final contando la historia. Y encima ahora se paga el cepillo con tarjeta y no se pueden robar las monedas. Mira, ¿sabes? Me voy a quedar aquí fuera fumando hasta que acabes. Incluso si ves que estoy distraído cuando salgas, déjame, ya me quedo yo aquí.
- Tú mismo, el Cristo se va.
- Que la paz sea contigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario